miércoles, 26 de septiembre de 2018

Las ciudades deben mirar hacia el peatón




Salimos de nuestra casa y en ese instante ya estamos tocando piso de todos, algunos piensan que es el piso de ninguno y por tanto puede hacer cualquier cosa sin dar razón de ello.  Eso es falso.  El espacio público o vía pública, forma parte de los bienes ciudadanos, donde interactuamos y donde toda acción inmediatamente afecta al otro.   Todo en conjunto es la ciudad donde vivimos.

Las ciudades actuales se modernizaron pensando en el vehículo, y atención, no soy quién lo sataniza, me encantan los autos, pero me gustan en justo equilibrio. ¿Qué es para quien les escribe un justo equilibrio?,  se traduce en salud vial y salud ambiental.

La salud vial comprende ese toque de calidad de vida que se debería tener al movilizarse, el derecho de ir y venir sin impedimentos, peligro o riesgos y buena convivencia con los demás.   La salud ambiental, en materia vial, es ejercer la movilidad sin causar daño al medio ambiente.  Sí, hay mucho que hacer ¿Cierto?.

Entonces tenemos grandes ciudades, con grandes autopistas, para autos particulares, con muy malos servicios de transporte público y  no justamente  por feos o por poco modernos, y sí, posiblemente con  buenas aceras, pero que ¿llevan al peatón a alguna parte?. Ejemplo: Orlando, Florida, USA.   Urbanizaciones diseñadas bajo el concepto de que todos tienen auto, parece justificar un servicio de transporte urbano que puede tardar hasta 45 minutos en pasar entre  uno y otro, con distancias entre centros residenciales y comerciales, bastante considerables.  Orlando posee algunas de las características de la movilidad urbana actual que se llama a cambiar en los Objetivos de Desarrollo Sostenible, propuestas por la ONU:  Mejorar y masificar el transporte urbano, reducir la cantidad de vehículos por habitante para bajar los niveles de contaminación ambiental, y por otro lado, ser más justos y democráticos con personas de menos recursos que deben esperar mucho tiempo por un autobús procurando el derecho de trasladarse oportunamente en un tiempo respetuoso y considerado.   

Otro grupo de grandes ciudades, se han expandido desordenadamente, preservando sus muy pequeños centros coloniales, sus muy pequeñas aceras, embudos propiciando el tráfico.  En este particular, para no generalizar, escribo sobre Porlamar en el estado insular Nueva Esparta, Venezuela.

Y menciono a Venezuela...  que llena de talentos, hermosos paisajes y gente alegre, todavía quienes la gobiernan tienen una deuda con los peatones que es uno de los eslabones más vulnerables en la vía pública junto con los ciclistas y los motorizados.

Atención, y no es que  no se han ejecutado obras públicas reparando aceras, o asfaltado, el tema es que o no dura, o no está bien planificado, o tardan mucho en reestructurar la vía al ritmo que las nuevas condiciones sociales exigen.  Por otro lado, la falta de control, educación, hacen de los espacios  rescatados o establecidos, un adorno que con el tiempo es abandonado, como pasa con la Cicloruta en el sector El Calvario, Caracas. 

Ciclovía  obstaculizada por autos.

Una acera amplia, sin huecos o falta de alcantarillas sin tapa, garantiza una movilidad democrática  no excluyente.  El alumbrado público debe estar en óptimas condiciones procurando la visibilidad de quienes transitan. Una demarcación adecuada entre ciclorutas y espacio peatonal también es lo correcto, donde no se estacionen vehículos.  Reestructuración de todo lo referente a pasos peatonales, sobre lo cual hoy día hay una campaña indicando que los puentes peatonales son todo lo contrario a lo que por naturaleza el peatón es. ¿A quién benefician los puentes peatonales? puedes ver este video y sacar tus propias conclusiones. 

Ante este estado de vulnerabilidad, los ciudadanos pueden actuar utilizando los mecanismos que están establecidos en la legislación de su país.  En el caso venezolano, existen los Consejos Comunales, sistema de organización vecinal que permite gestionar acciones en pro del beneficio común, entonces en un medio ideal para solicitar a las Alcaldías y entes encargados, mejoras de la vía pública, a través de un experto en la materia para determinar, según el problema a plantear, qué es lo que requiere ser atendido: Ver si se trata de una ampliación de aceras, mejor demarcación o señalización según sea el caso.  Pero en Venezuela también sucede, que, esas “soluciones” tardan en llegar o ejecutarse ¿Qué puede hacer entonces un ciudadano común, que hoy día camina más que nunca debido a la crisis del transporte público y no consigue respuesta del Estado para mejorar la seguridad vial peatonal?  Cuidarse por sí mismo.  Sí, como lo lees, a nadie le importa más tu vida que a ti, entonces, debes por ti mismo, consciente de los riesgos tomar acciones sencillas.

Debes hacer lo correcto en principio por tí, por tu seguridad. Dejo algunos consejos para peatones y el llamado a que si eres un líder comunitario, observes a tu alrededor e incluyas proyectos de seguridad vial peatonal en tu comunidad que permitan hacer de tu entorno, uno de salud vial en convivencia social en la ciudad en la que habitas.

Consejos de seguridad vial para peatones, cortesía de Axel Dell Olio:

Te dejamos algunos consejos y recomendaciones:


  • Cruza siempre por las sendas peatonales. Si no están demarcadas en la calzada, hacerlo por la prolongación natural de las veredas.
  • Evita cruzar por delante del micro o entre vehículos.
  • No cruces desesperado un semáforo con pocos segundos
  • Respeta los semáforos, no solamente el peatonal.
  • Mira a ambos lados al cruzar una calle.
  • Mantén atención a pesar de tener paso libre.
  • Utiliza ropa clara de noche, así le da mayor visibilidad al conductor.
  • Evita el uso del celular cuando cruzás una intersección.
  • Trata de evitar escuchar música en la calle, mientras circulas




Mayerling Vera.

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Plegaria del Conductor

Adaptación de Paulina Rosenfeld, sobre la versión original del rabino Michael Graetz.

Espero tener la suficiente conciencia, responsabilidad y determinación que me guíe a llegar en paz a mi destino. Tener la humildad para reconocer que cada persona es un mundo entero y que no hay tesoro más precioso que la vida humana, no el tiempo ni el dinero.

Espero tener suficiente
CUIDADO, para cuidar la distancia
AMABILIDAD, a dar prioridad de paso.
CONCIENCIA, para frenar a tiempo.

Espero tener también la fortaleza para dominar mis impulsos de omnipotencia y competencia y que por descuido, ignorancia y arrogancia pueda hacer daño a mis semejantes o ser objeto de ello.

Porque formo parte de la sociedad y cuidando mis conductas, me cuido no solo a mí sino también doy paso para una sociedad mejor.