martes, 18 de diciembre de 2018

La inseguridad vial sigue siendo en el 2018 una causa de maltrato infantil en Nueva Esparta

Por: Dr. Germán Rojas Loyola, 
Secretario de Información y Difusión de la Sociedad Venezolana de Puericultura y Pediatría


La responsabilidad del gobierno es aplicar las Leyes de Tránsito y eso no tiene ninguna discusión, sin embargo los padres se convierten en sujetos de maltrato a sus hijos cuando actúan irresponsablemente violando estas leyes y produciendo hechos de violencia en carreteras de nuestro estado que algunos pudieran llamar “accidentes”; sin embargo es claro, que viendo el problema desde el derecho de la infancia, tanto las autoridades como los padres se convierten en cómplices de estos hechos, de este maltrato infantil que produce lesiones físicas y psicológicas o muertes. Algunos niños han fallecido, otros han perdido a alguno de sus padres o hermanos, esto marca un trauma y cambia por completo el proyecto de vida de muchas familias de nuestra entidad.

Se observa en las calles motociclistas levando niños menores de 10 años, muchas veces son varios niños montados en las mismas, lo peor es ver funcionarios policiales con niños montados en las motos o que les pasen por el frente, a veces hasta violando las señales del semáforo y se queden tranquilos pecando de omisión y reforzando esta conducta de ilegalidad. Otros hechos incluyen la ingesta de alcohol y el exceso de velocidad en vías de mala calidad y con vehículos en mal estado y el no usar el cinturón de seguridad y los sistemas de contención propios para la edad del niño; el Observatorio de Seguridad Vial en su VI Informe, señala que en los registros de mortalidad estuvieron involucradas en mayor frecuencia motocicletas, camionetas y automóviles; y que los hechos se produjeron en carreteras y avenidas; la mayor concentración de fallecidos estuvo en la población infante (1 a 9 años), adolescente (10-19 años) y adulto mayor (55 y más años). En general 9 de cada 10 siniestros con fallecidos son atribuibles a acciones u omisiones del conductor. La inobservancia de las normas, en especial los límites de velocidad, destaca como primera causa específica.

En los países donde se cumplen las Leyes de Tránsito, los funcionarios son los primeros en dar el ejemplo y la aplican con rigidez. A parte del drama familiar que producen estos accidentes, se incrementan los gastos en salud por parte del estado y es un hecho público y notorio el déficit de medicamentos e insumos médicos que se requieren para estas intervenciones, sobre todo del área de traumatología con el hacinamiento de pacientes por varios meses en espera de una solución quirúrgica. Por otro lado, uno de los factores a considerar se refiere a la presencia o ausencia de vigilancia en las calles, así como también la evidente merma en la capacidad de respuesta de los cuerpos para la atención de emergencias, cuyos funcionarios, como los policías, laboran por guardias durante los fines de semana.

Entonces, nuestros niños son maltratados pues se les expone a hechos de violencia vial, con lesiones físicas y psicológicas; a la pérdida de algunos de sus padres o ausentismo escolar y si quedan con lesiones severas, a un plan de vida digno al cual tenían derecho y que les fue arrebatado por el no cumplimiento de las normas establecidas y de la protección de sus familias.

Hacemos un llamado como Sociedad Venezolana de Puericultura y Pediatría a que las autoridades regionales y municipales pongan el orden en las avenidas y calles, tenemos que reconocer este problema de Salud Pública y poner en marcha los programas de prevención y reeducación a conductores y peatones, aplicando la ley en forma acertada y continua; solo así podremos obtener resultados positivos inmediatos y la disminución de la incidencia de accidentes e ingresos hospitalarios y las muertes por esta causa. 

@grojasloyola

Plegaria del Conductor

Adaptación de Paulina Rosenfeld, sobre la versión original del rabino Michael Graetz.

Espero tener la suficiente conciencia, responsabilidad y determinación que me guíe a llegar en paz a mi destino. Tener la humildad para reconocer que cada persona es un mundo entero y que no hay tesoro más precioso que la vida humana, no el tiempo ni el dinero.

Espero tener suficiente
CUIDADO, para cuidar la distancia
AMABILIDAD, a dar prioridad de paso.
CONCIENCIA, para frenar a tiempo.

Espero tener también la fortaleza para dominar mis impulsos de omnipotencia y competencia y que por descuido, ignorancia y arrogancia pueda hacer daño a mis semejantes o ser objeto de ello.

Porque formo parte de la sociedad y cuidando mis conductas, me cuido no solo a mí sino también doy paso para una sociedad mejor.