lunes, 29 de marzo de 2010

Duelo

Plácida luna de marzo
regalame un haz de tu luz para mi alma
que mi amado sienta mi cobijo de amor sacro
que mis venas se llenen de tu vida inmortal
Bella estrella vespertina
venga a mi tu fria placidez
que conforte esta pena de mi corazón
que mi angelito desde el cielo juegue con tus haces
para decirme...
¡Mamá estoy bien... gracias por cobijarme en ti!
Cálida brisa nocturnal
llena este gélido sentir en mis entrañas
que aun lloran sangre por la partida de mi angelito
¿cuánto mas hay que sufrir tu pretérita partida?
¿cuánto mas debo llorar para que sanen estas heridas?
Solo se que te sentía jugar dentro de mi
al vaivén de mi voz, de mi cantar
aun no entiendo por que tu frágil corazoncito
cesó de latir.. y con ello partiste...
Con lágrimas y sangre lloro tu partida
y trato de llenarme de amor por tu corta estancia
quiero entender ese mensaje que dejaste al marcharte
y tener la esperanza que pronto...
Otro angelito en mi vientre encontrará cobijo...
Plácida luna de marzo...
se la cuna de mi querubin
estrella vespertina...
ilumina sus nocturnales con tu titilar
Donde quiera que estes.. quiero que sepas cuanto te amo
y que cuando sea mi hora de llegar a ti
tan solo pido que me abras tus pequeños bracitos
y me digas...
¡Aquí estoy, te estuve esperando mi querida mamá!
Dios te bendiga mi tesorito, dios te bendiga...

Escrito por: Laura Cristina López


En memoria de Luis y Moresby, al cumplirse siete años de ausencia física.
Los amo mucho chicos

No hay comentarios.:

Plegaria del Conductor

Adaptación de Paulina Rosenfeld, sobre la versión original del rabino Michael Graetz.

Espero tener la suficiente conciencia, responsabilidad y determinación que me guíe a llegar en paz a mi destino. Tener la humildad para reconocer que cada persona es un mundo entero y que no hay tesoro más precioso que la vida humana, no el tiempo ni el dinero.

Espero tener suficiente
CUIDADO, para cuidar la distancia
AMABILIDAD, a dar prioridad de paso.
CONCIENCIA, para frenar a tiempo.

Espero tener también la fortaleza para dominar mis impulsos de omnipotencia y competencia y que por descuido, ignorancia y arrogancia pueda hacer daño a mis semejantes o ser objeto de ello.

Porque formo parte de la sociedad y cuidando mis conductas, me cuido no solo a mí sino también doy paso para una sociedad mejor.