Cada día me toca respirar
profundo. A veces pierdo la esperanza
cuando veo cada cosa que hace la gente en ese espacio público y común que son las calles, que la
cabeza se me vuelve un lio y me pregunto ¿Dios, habrá por dónde empezar?
Por ejemplo, una muy mala maña de
muchos conductores en Porlamar (no sé si pasa igual en otras ciudades de
Venezuela), es tomar o dejar pasajeros sin orillarse y/o pararse de la nada en
la vía, a conversar con transeúntes, otros conductores y hasta comprar en los
abastos cual auto-servicio.
Las calles del centro de Porlamar
son en su mayoría angostas. En realidad tienen dos canales, pero como la gente
estaciona sus vehículos, terminan con un solo canal. Siendo este el panorama,
cuando un conductor no se orilla para conversar, comprar, subir o bajar a un
pasajero o acompañante, genera caos, retardos y abusa del tiempo de los demás.
No es solo el conductor, los transeúntes
y pasajeros no colaboran. Hoy unas
personas estaban en plena esquina y le asomaron la mano a un taxi. El taxista, aun teniendo espacio más
adelante, prefirió parase en la esquina donde: 1.- Había vehículos estacionados
tanto a mano derecha como a mano izquierda, 2.- Se paró de tal manera que no
solo entorpeció el paso de los vehículos que transitaban hacia el norte de la
calle, sino de los que venían de este a oeste, más, toda la calma con que los
pasajeros se subieron al vehículo, montando en la maleta cajas, bolsas y demás.
¿Por favor? Tanto el conductor como los pasajeros abusaron del tiempo de los
demás, tomando con total indiferencia el espacio público destinado para el
libre tránsito de cualquiera; los que estábamos en la vía, tuvimos que esperar
por ellos. Otro caso, pocos minutos
después, un transportista, se DETUVO en plena vía, a comprar algo en un abasto, ¡El colmo!
¿Qué le pasa a la gente? A parte, tenía un escándalo espantoso, con música a
todo volumen, yo estaba a dos carros por detrás y escuchaba clarito.
Ante estas conductas constantes,
diarias, del día a día, las autoridades hacen poco, más bien, cometen las
mismas infracciones: se paran a conversar en
medio de la calle, estacionan en las paradas, estacionan las patrullas en
las equinas, no se orillan muy pocas
veces, ahhh también se comen la luz del semáforo.
Veo esto cada día, veo el gran
problema cultural de esta ciudad, solo de esta, Porlamar, y me parece que en
este caso, educar no es suficiente, estimo que es necesario aplicar la ley, primero
con campañas y luego sanciones definitivas, e ir creando buenos hábitos.
Mientras tanto, a quién lea esto,
por favor, no estorbes, aporta… oríllate y no dispongas del tiempo de los
demás, una simple acción positiva como esa, es
empática, consiente y puede ayudar a hacer nuestro entorno más amable,
sé más colaborador para que todos disfrutemos de una mejor calidad de vida.
Muy agradecida
Mich. Junio 2014
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