lunes, 23 de junio de 2014

No estorbes, ¡APORTA!



Cada día me toca respirar profundo.  A veces pierdo la esperanza cuando veo cada cosa que hace la gente en ese espacio público y común que son las calles, que la cabeza se me vuelve un lio y me pregunto ¿Dios, habrá por dónde empezar?


Por ejemplo, una muy mala maña de muchos conductores en Porlamar (no sé si pasa igual en otras ciudades de Venezuela), es tomar o dejar pasajeros sin orillarse y/o pararse de la nada en la vía, a conversar con transeúntes, otros conductores y hasta comprar en los abastos cual auto-servicio.

Las calles del centro de Porlamar son en su mayoría angostas. En realidad tienen dos canales, pero como la gente estaciona sus vehículos, terminan con un solo canal. Siendo este el panorama, cuando un conductor no se orilla para conversar, comprar, subir o bajar a un pasajero o acompañante, genera caos, retardos y abusa del tiempo de los demás.


No es solo el conductor, los transeúntes y pasajeros no colaboran.  Hoy unas personas estaban en plena esquina y le asomaron la mano a un taxi.  El taxista, aun teniendo espacio más adelante, prefirió parase en la esquina donde: 1.- Había vehículos estacionados tanto a mano derecha como a mano izquierda, 2.- Se paró de tal manera que no solo entorpeció el paso de los vehículos que transitaban hacia el norte de la calle, sino de los que venían de este a oeste, más, toda la calma con que los pasajeros se subieron al vehículo, montando en la maleta cajas, bolsas y demás. ¿Por favor? Tanto el conductor como los pasajeros abusaron del tiempo de los demás, tomando con total indiferencia el espacio público destinado para el libre tránsito de cualquiera; los que estábamos en la vía, tuvimos que esperar por ellos.  Otro caso, pocos minutos después, un transportista, se DETUVO en plena vía, a comprar algo en un abasto, ¡El colmo! ¿Qué le pasa a la gente? A parte, tenía un escándalo espantoso, con música a todo volumen, yo estaba a dos carros por detrás y escuchaba clarito.


Ante estas conductas constantes, diarias, del día a día, las autoridades hacen poco, más bien, cometen las mismas infracciones: se paran a conversar en  medio de la calle, estacionan en las paradas, estacionan las patrullas en las equinas,  no se orillan muy pocas veces, ahhh también se comen la luz del semáforo.


Veo esto cada día, veo el gran problema cultural de esta ciudad, solo de esta, Porlamar, y me parece que en este caso, educar no es suficiente, estimo que es necesario aplicar la ley, primero con campañas y luego sanciones definitivas, e ir creando buenos hábitos.


Mientras tanto, a quién lea esto, por favor, no estorbes, aporta… oríllate y no dispongas del tiempo de los demás, una simple acción positiva como esa, es  empática, consiente y puede ayudar a hacer nuestro entorno más amable, sé más colaborador para que todos disfrutemos de una mejor calidad de vida.


Muy agradecida


Mich.  Junio 2014

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Plegaria del Conductor

Adaptación de Paulina Rosenfeld, sobre la versión original del rabino Michael Graetz.

Espero tener la suficiente conciencia, responsabilidad y determinación que me guíe a llegar en paz a mi destino. Tener la humildad para reconocer que cada persona es un mundo entero y que no hay tesoro más precioso que la vida humana, no el tiempo ni el dinero.

Espero tener suficiente
CUIDADO, para cuidar la distancia
AMABILIDAD, a dar prioridad de paso.
CONCIENCIA, para frenar a tiempo.

Espero tener también la fortaleza para dominar mis impulsos de omnipotencia y competencia y que por descuido, ignorancia y arrogancia pueda hacer daño a mis semejantes o ser objeto de ello.

Porque formo parte de la sociedad y cuidando mis conductas, me cuido no solo a mí sino también doy paso para una sociedad mejor.