sábado, 28 de junio de 2014

¿Encontraste un buen mecánico? 1era. Parte.



¡Qué tema! Lo voy a abordar desde la experiencia personal, desde la visión de las personas que tengo alrededor,  y pretendo mostrar una realidad que me ha tocado vivir, por tanto, no lo hace una experiencia universal, ni una tendencia nacional.  Esperaría contar con la intervención de los lectores y saber si, esto solo me pasa a mí, si es pasa solo en Porlamar, en Margarita, en Venezuela o en las antípodas del planeta.


1era. PARTE

En lo personal:



Llevé mi camioneta a que se le hiciera el motor en Octubre de 2013.  La llevé con ese mecánico, después de investigar mucho para poder decidir por la mejor opción precio-servicio; la camioneta me fue entregada a penas el pasado mayo de 2014 luego de visitas y llamadas constantes, ir por mi cuenta a buscar los repuestos, pasar horas con el mecánico; corrí con suerte – en la segunda parte de este tema diré por qué - .  Si, corrí con suerte, está rodando y luego de un mes, no he tenido que regresar al taller para hacer valer algún tipo de garantía.  Se podría decir que para lo que he visto a mí alrededor, siendo el colmo de la demora y desatención, mi caso fue suerte.  No es la primera vez que paso penurias para solucionar cualquier problema mecánico de mi carro.

Antes de toda esta crisis de falta de repuestos, cauchos, y demás artilugios automotores que agobia a la Venezuela actual,  ya en Margarita era una tragedia que se te detuviera el auto un viernes o fin de semana. Más de una vez me pasó que para arreglar un problema eléctrico que se presentaba justamente un jueves o viernes por la tarde, recorrer media isla y quedarme sin encontrar quien quisiera trabajar, era la norma, no importa que ofreciera villas y castillos, pagara el taxi ida y vuelta me quedaba con mi camioneta varada hasta el lunes.  El  infortunio de hoy día, por la falta de cauchos en el mercado,  es una de la nuevas desventuras de los conductores neoespartanos y visitantes de la isla, en el pasado reciente,  ¡cuidado sí que te quedabas  sin neumáticos (por cualquier motivo) un sábado!, no ibas encontrar ninguna cauchera que te asistiera ese día, ¿Y ponerles aire? Ya hacía tiempo que la mayoría de las gasolineras no prestaban ese servicio, esto, repito me pasó a mí, le pasó a familiares, y amigos que visitaban la isla.  ¿Te pasó a ti también?.

Otra experiencia negativa con un mecánico que viví en carne propia, fue la siguiente y una de las que considero más grave: Como sabrán quienes tienen vehículo, los frenos ameritan mantenimiento, había encontrado un lugar cerca de casa donde me habían hecho un buen trabajo.  Es un taller especializado en frenos, está el dueño o el mecánico en jefe por decirlo así y tiene a los empleados a quién asignar los distintos conductores que piden el servicio, a uno de ellos, un señor mayor, luego de hacerme el trabajo, le dejé propina.    Al poco tiempo, digamos, seis meses, regresé porque al parecer tenía que cambiarle una pieza a los frenos.  Vi al señor que me había atendido la última vez y con gusto acepte que me atendiera.  Le dije: -yo tengo una pieza allí que creo es la que le hace falta-  y se lo mostré.  Me indicó que ese repuesto era para la rueda izquierda y no servía para la derecha, en eso pasa el dueño del negocio, oyó el asunto, y me pide el repuesto,  lo examina y me dice: -¡si vale, fulanito, esto es fácil, allí está la herramienta, si se puede usar!-, lo tomó, lo llevó adentro, le realizó un cambió y lo mandó a colocar. ¡Perfecto hasta el sol de hoy!  El hombre aquel, que podría ser mi papá, que debería ser símbolo de honradez, profesionalismo y respeto, con el que tuve la consideración de apreciar su atención dándole una propina, me iba a realizar un trabajo  mediocre para que yo tuviese que regresar a darle más propina, porque eso era lo que iba pasar, si él no le colocaba el repuesto que yo le estaba dando. ¡PELIGROSO! , como toda mala praxis, la de los mecánicos no trae menos problemas y consecuencias, es más, pueden costar la vida.  Con los frenos no se juega.

Esta historia continuará...

Mich
Junio 2014

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Plegaria del Conductor

Adaptación de Paulina Rosenfeld, sobre la versión original del rabino Michael Graetz.

Espero tener la suficiente conciencia, responsabilidad y determinación que me guíe a llegar en paz a mi destino. Tener la humildad para reconocer que cada persona es un mundo entero y que no hay tesoro más precioso que la vida humana, no el tiempo ni el dinero.

Espero tener suficiente
CUIDADO, para cuidar la distancia
AMABILIDAD, a dar prioridad de paso.
CONCIENCIA, para frenar a tiempo.

Espero tener también la fortaleza para dominar mis impulsos de omnipotencia y competencia y que por descuido, ignorancia y arrogancia pueda hacer daño a mis semejantes o ser objeto de ello.

Porque formo parte de la sociedad y cuidando mis conductas, me cuido no solo a mí sino también doy paso para una sociedad mejor.