Fuera del hecho de que la canción "El último Beso" es uno de tantos iconos de una época, voy a ser algo pragmática y odiosa con tan famosa tonada.
Primer punto a criticar: "Por qué se fue y por qué murió y por qué el Señor me la quitó"
Respuesta: pues el tarado iba a más de 100 y con las luces apagadas, tan rápido iba que no vio el letrero de desviación: confesado por el propio protagonista. Como buen ser humano le hecha la culpa a Dios.
Segundo punto, ella dice: " El Señor a querido separarnos hoy".
Respuesta: Una vez más se le hecha la culpa a Dios del asunto; entonces, ¿y dónde queda la responsabilidad del Estado que no están pendientes de colocar buen alumbrado y señalización? ahh, es tan solo una canción, ¿uno va a meter al gobierno en esto? ahhh, pero a Dios si, cuando se inventaron las excusas hasta en las canciones se permiten.
Total, la canción es toda una confesión de partes y delata, ahora les digo sin sarcasmo, una triste realidad, que me atrevo a decir que no es solo en Venezuela, sino en muchos países de Latinoamérica y lo digo por todo el trabajo que he venido realizando con este blog, el cual me ha permitido intercambiar experiencias con víctimas de Chile, Argentina, Colombia, México y República Dominicana y los factores son los mismos: imprudencia, mal estado en la vías y falta de aplicación de
"El Último Beso" también deja al descubierto, la ligereza de los conductores, que tienden a viajar a altas velocidades en vías sobre las cuales no conocen sus condiciones, a oscuras o con exceso de luz, ¿a cuantos no nos han encandilado sin necesidad? el exceso de luz también mata.
¿Cómo cambiamos una conducta equivocada de 100 años? Una conducta que permite que una canción como esta, tan solo sea considerada una tragedia romántica y no una tragedia humana tan terrible como el Sida o el Cancer, "El Último Beso" podría ser considerada como una verdadera tragedia humana que denuncia y desmantela una cantidad de errores mortales totalmente evitables en el manejo de los vehículos terrestres.
Dejo un video de la canción, que por cierto, me costó conseguir alguno mejor. Pero bueno, lo importante es que la oigan y comenten.
Saludos,
Mich
sábado, 26 de julio de 2008
"El último beso" ¿Romanticismo o la pavorosa realidad de las carreteras?
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Plegaria del Conductor
Adaptación de Paulina Rosenfeld, sobre la versión original del rabino Michael Graetz.
Espero tener la suficiente conciencia, responsabilidad y determinación que me guíe a llegar en paz a mi destino. Tener la humildad para reconocer que cada persona es un mundo entero y que no hay tesoro más precioso que la vida humana, no el tiempo ni el dinero.
Espero tener suficiente
CUIDADO, para cuidar la distancia
AMABILIDAD, a dar prioridad de paso.
CONCIENCIA, para frenar a tiempo.
Espero tener también la fortaleza para dominar mis impulsos de omnipotencia y competencia y que por descuido, ignorancia y arrogancia pueda hacer daño a mis semejantes o ser objeto de ello.
Porque formo parte de la sociedad y cuidando mis conductas, me cuido no solo a mí sino también doy paso para una sociedad mejor.
Espero tener la suficiente conciencia, responsabilidad y determinación que me guíe a llegar en paz a mi destino. Tener la humildad para reconocer que cada persona es un mundo entero y que no hay tesoro más precioso que la vida humana, no el tiempo ni el dinero.
Espero tener suficiente
CUIDADO, para cuidar la distancia
AMABILIDAD, a dar prioridad de paso.
CONCIENCIA, para frenar a tiempo.
Espero tener también la fortaleza para dominar mis impulsos de omnipotencia y competencia y que por descuido, ignorancia y arrogancia pueda hacer daño a mis semejantes o ser objeto de ello.
Porque formo parte de la sociedad y cuidando mis conductas, me cuido no solo a mí sino también doy paso para una sociedad mejor.
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