Estaba
reflexionando, preguntándome cómo incentivar a empresas, amigos, contactos para
que fuesen patrocinantes de mi evento, y el cómo llamar la atención de la gente de a pie, para que asistan el 10 de noviembre a la Unimar.
Entre las frases que elaboré, me vino a la mente una muy trillada
“Estamos haciendo un gran esfuerzo”, paré en seco y me asaltó una
pregunta –“¿Un gran esfuerzo?”- y me sonó a obligación, a victimización. Busqué dentro de mi, y me di cuenta que no es
un esfuerzo, lo hacemos por convicción.
En algún
momento alguien me dijo, “No se puede hacer una jornada de ese tipo en
Margarita, por sus altos costos”. A mi
eso se me olvidó. Qué sentido tendría mi
vida en mi rol de activista de la Seguridad Vial si llegase a ver todo
imposible. Por Dios, veo desastres y
desacatos a las normas viales solo al cruzar la puerta de mi casa, ¿Creen que no sé el tamaño
de éste Goliat?
Miren, este
evento se está realizando con esperanza, con pasión, con convicción, con amor
por mi país, por amor la vida, y por justicia.
Esperanza, porque el futuro está en nuestras
manos, cada una de nuestras acciones presentes están dibujando el futuro.
Pasión porque es como he comprobado que salen
bien las cosas, la pasión se transmite, es como una energía que ilumina el camino.
Con amor por mi país, porque aquí nací, porque tenemos derecho a vivir en armonía, en paz y seguridad.
Con amor por mi país, porque aquí nací, porque tenemos derecho a vivir en armonía, en paz y seguridad.
Por la vida, porque es preciosa, bella,
nuestras calles, nuestras ciudades son nuestras, para disfrutarlas paseando en familia o con amigos, las calles son alegría y no
tragedia, los viajes en autobús, a pie, en bicicleta, son para la prosperidad
no para el dolor.
Por justicia, porque las víctimas de hechos viales merecen no ser olvidadas, no se pueden dejar sus decesos a la suerte, sus trágicas partidas fueron producto de un sistema de justicia incompleto que debe mejorar. Nuestra voz debe ser sus voces que se apagaron para siempre.
Sí, yo
Mayerling estoy organizando todo, pero llegó la hora del reconocimiento. Cuando empecé a escribir en mi blog en el año
2007, estaba ávida de justicia, de información, de ayuda. Mi blog se convirtió en mi pañito de
lágrimas, en donde drené todo mi luto
por la pérdida de mi prima hermana, Moresby y su novio Luis. Desde entonces, recuerdo haber hablado con
Elias Santana, y le comenté que en materia de Seguridad Vial estábamos
acéfalos, sin rumbo, y justamente, como son las cosas de Dios, su esposa,
Rosario Santander, estaba iniciando lo que es hoy nuestro gran musculo vial… la
Fundación Seguros Caracas y de allí luego, la creación de la Red Venezolana deSeguridad Vial. Han pasado varios años,
y puedo decir que cada vez que veo algún trabajo en la Red, se me aguan los
ojos, llenos de felicidad, pues, ya las victimas no están solas, y los
activistas tampoco. Es así como hoy, les digo, este evento VA,
porque es posible gracias a la pasión, la entrega y la convicción de muchos que
estamos trabajando, cada quien desde su campo de acción, para vivir en armonía,
justicia, paz y progreso. Va porque este grupo de activistas sociales han
creado una sinergia altamente positiva de apoyo y difusión.
Yo puedo
hacerlo, lo estoy haciendo desde mucho menos de 50Mt2, en compañía de Marlon, Jonathan´s, Daniela, familia entera, con el apoyo de amigos que me están colaborando,
nuevos y viejos contactos, con el
respaldo de la Red Venezolana de Seguridad Vial y todos los que poco a poco se están sumando.
¿Y tú, te animas?
JUNTOS
PODEMOS CREAR CAMINOS DE VIDA.
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