domingo, 15 de julio de 2007

Los piqueros se adueñan de la noche



Los conductores desean que abran La Carlota para hacer competencias legales

PAULIMAR RODRÍGUEZ

EL UNIVERSAL

Es miércoles. A la 1:00 am ya calentaron los motores y salieron a medir su potencia. Esmeril, Yaer, Crow y Kochare arrancaron al mismo tiempo y desalojaron la estación de gasolina en Las Mercedes. En menos de un minuto los carros Honda, SEAT y Toyota alcanzaron una velocidad de casi 100 kilómetros por hora. Su estela, a pesar de la presencia policial, sólo dejó un olor a caucho quemado, seguido por la mirada de espectadores curiosos. En menos de cuatro minutos, ya estaban en La Trinidad.

Esmeril (apodo) tiene 22 años, pero comenzó a manejar cuando tenía 15 y aún no le habían dado licencia. El estudiante de comunicación social recalca que es piquero, no tunero. "Los carros tipo tunning no corren. Son pura pinta. El piquero invierte en los cauchos y en el motor, y trata de ponerle los menos periquitos posibles al carro para pasar desapercibido", explica el joven cuyo carro Honda sólo tiene calcomanías como Crover y MSD Ignition y en el cual ha gastado 5 millones de bolívares.

Los piqueron deciden hacer sus carreras en la autopista Francisco Fajardo y la carretera Petare-Guarenas los miércoles, casi siempre a partir de la madrugada. "Ese día hay menos tráfico y menos posibilidades de causar accidentes. Pero ahora las calles están peligrosas".

Una vez que el grupo pacta para "picar", los dos carros que compiten son escoltados por otros tres o cuatro automóviles que se aseguran de que no pasen otros vehículos ajenos a la competencia. Pero esta vez, un automóvil sí burló la barrera y decidió unirse a los dos vehículos que se desplazaba a más de 150 kilómetros por hora en la autopista Prados del Este. "Los accidentes se producen por personas que intentan picar y no tienen la pericia. También hay una camada de niñitos con corsas y Ka que creen que saben manejar", comenta Esmeril.

Algunos aficionados crearon un marco legal y un espacio para estos eventos. Las pistas de Turagua y San Carlos, donde se efectúan los campeonatos de esta especialidad son un ejemplo. "En el resto del país hay lugares para correr legalmente. Pero Caracas es la única ciudad que no tiene una pista. Por eso, vamos a Turagua o hacemos piques ilegales", señala Kochare, quien tiene 8 años corriendo y que ha invertido más de 4 millones de bolívares a su automóvil Toyota.

Esa noche no hubo apuestas. También la carrera la movieron al Este, porque un amigo les informó que los funcionarios del Vivex estaban en la Francisco Fajardo. "Los cauchos de los carros que pican también son modificados. Los originales son sustituidos por neumáticos de carrera, que aguantan más de los 150 kilómetros. ¿Viste como agarré esta curva? Con un caucho normal damos vueltas como un trompo", explicó Esmeril, mientras manejaba.

Los vehículos modificados para hacer piques tampoco son aceptados por las aseguradoras, quienes al observar los cambios en el motor advierten que no se les da un uso normal. "La adrenalina no es la misma cuando picamos en la autopista. Allí te pruebas y ves si tu carro es mejor que otros", dijo Kochare.

Pero otros, prefieren los piques legales. "Ojalá nos dieran La Carlota, al menos los viernes. Así se acabarían los piques ilegales. Eso fue lo que pasó en Valencia", advierte Yaer.

Los corredores comentan que los accidentes viales han hecho que disminuyan las carreras en la autopista. Sin embargo, están esperando que construyan una pista en Caracas para organizar competencias legales.

Mientras eso sucede, no descartan la posiblidad de seguir probando sus motores. A pesar de la ilegalidad, según ellos, los piques son el mejor deporte.

1 comentario:

Anónimo dijo...

si esa carrera se efectuo el dia 11 recuerdo iba via la trinidad (donde vivo) y veo que pasan estos carros en realidad lamentablemente la prensa se presta para estos juegos de esos consentiditos de papa. tienen que ponerle fin a esto decomisenle los vehiculos o llevenlos presos casi no me hacen parar en el guaire.

Plegaria del Conductor

Adaptación de Paulina Rosenfeld, sobre la versión original del rabino Michael Graetz.

Espero tener la suficiente conciencia, responsabilidad y determinación que me guíe a llegar en paz a mi destino. Tener la humildad para reconocer que cada persona es un mundo entero y que no hay tesoro más precioso que la vida humana, no el tiempo ni el dinero.

Espero tener suficiente
CUIDADO, para cuidar la distancia
AMABILIDAD, a dar prioridad de paso.
CONCIENCIA, para frenar a tiempo.

Espero tener también la fortaleza para dominar mis impulsos de omnipotencia y competencia y que por descuido, ignorancia y arrogancia pueda hacer daño a mis semejantes o ser objeto de ello.

Porque formo parte de la sociedad y cuidando mis conductas, me cuido no solo a mí sino también doy paso para una sociedad mejor.