sábado, 8 de marzo de 2008

Mujer ¡Qué Fuerte ERES!

Mujer
¡Que fuerte eres!
Pujaste, sudaste
Pariste.
Recibiste su cuerpecito vibrante
Le curaste la fiebre
La arrullaste
Estuviste en todos sus momentos
Felices y amargos
Con ella peleaste cuando no estuviste de acuerdo con algo, pero se reconciliaban con beso y un abrazo.

Juntas siempre, de aquí para allá, viajaban; en carro, autobús, avión en todo lo que se pudieran montar.

Solas de aquí para allá
Con apoyo de hermanas, abuelos y a veces del papá.
Tanto distes que un hogar lograste darle, uno propio sin que nadie viniera a sacarles.
Tu lo lograste.

¡Qué Fuerte Mujer!
Aun seguías sola cuando fuiste a su encuentro
Y los médicos ahora te entregaban de nuevo su cuerpo ya sin color en el lecho
La reconociste con aplomo de hierro.
La acariciaste tiernamente y no desmayaste en ningún momento.

Que Fuerte Mujer
Retirar de ella sus prendas, quitar el pircig del obligo
y vestirla para su gala final,
No solo una sino dos veces, cuando su uniforme de
Estudiante de Rehabilitación le fuiste a colocar.

Que fuerte Mujer has resultado
Pasando por la muerte como un suceso que forma parte de la vida
Bendita sea la Virgen que te ha arropado con su manto
de Madre que sabe cuanto se sufre cuando un hijo se va.

Dios te bendiga por ser digna Madre de una hija que él te dio a cuidar

¡Que grande y fuerte eres Tía Maria Elena!

Te Quiero.

mich. 2003

1 comentario:

Lycette Scott dijo...

Es que las mujeres somos maravillosas

Plegaria del Conductor

Adaptación de Paulina Rosenfeld, sobre la versión original del rabino Michael Graetz.

Espero tener la suficiente conciencia, responsabilidad y determinación que me guíe a llegar en paz a mi destino. Tener la humildad para reconocer que cada persona es un mundo entero y que no hay tesoro más precioso que la vida humana, no el tiempo ni el dinero.

Espero tener suficiente
CUIDADO, para cuidar la distancia
AMABILIDAD, a dar prioridad de paso.
CONCIENCIA, para frenar a tiempo.

Espero tener también la fortaleza para dominar mis impulsos de omnipotencia y competencia y que por descuido, ignorancia y arrogancia pueda hacer daño a mis semejantes o ser objeto de ello.

Porque formo parte de la sociedad y cuidando mis conductas, me cuido no solo a mí sino también doy paso para una sociedad mejor.