Mujer
¡Que fuerte eres!
Pujaste, sudaste
Pariste.
Recibiste su cuerpecito vibrante
Le curaste la fiebre
La arrullaste
Estuviste en todos sus momentos
Felices y amargos
Con ella peleaste cuando no estuviste de acuerdo con algo, pero se reconciliaban con beso y un abrazo.
Juntas siempre, de aquí para allá, viajaban; en carro, autobús, avión en todo lo que se pudieran montar.
Solas de aquí para allá
Con apoyo de hermanas, abuelos y a veces del papá.
Tanto distes que un hogar lograste darle, uno propio sin que nadie viniera a sacarles.
Tu lo lograste.
¡Qué Fuerte Mujer!
Aun seguías sola cuando fuiste a su encuentro
Y los médicos ahora te entregaban de nuevo su cuerpo ya sin color en el lecho
La reconociste con aplomo de hierro.
La acariciaste tiernamente y no desmayaste en ningún momento.
Que Fuerte Mujer
Retirar de ella sus prendas, quitar el pircig del obligo
y vestirla para su gala final,
No solo una sino dos veces, cuando su uniforme de
Estudiante de Rehabilitación le fuiste a colocar.
Que fuerte Mujer has resultado
Pasando por la muerte como un suceso que forma parte de la vida
Bendita sea la Virgen que te ha arropado con su manto
de Madre que sabe cuanto se sufre cuando un hijo se va.
Dios te bendiga por ser digna Madre de una hija que él te dio a cuidar
¡Que grande y fuerte eres Tía Maria Elena!
¡Que fuerte eres!
Pujaste, sudaste
Pariste.
Recibiste su cuerpecito vibrante
Le curaste la fiebre
La arrullaste
Estuviste en todos sus momentos
Felices y amargos
Con ella peleaste cuando no estuviste de acuerdo con algo, pero se reconciliaban con beso y un abrazo.
Juntas siempre, de aquí para allá, viajaban; en carro, autobús, avión en todo lo que se pudieran montar.
Solas de aquí para allá
Con apoyo de hermanas, abuelos y a veces del papá.
Tanto distes que un hogar lograste darle, uno propio sin que nadie viniera a sacarles.
Tu lo lograste.
¡Qué Fuerte Mujer!
Aun seguías sola cuando fuiste a su encuentro
Y los médicos ahora te entregaban de nuevo su cuerpo ya sin color en el lecho
La reconociste con aplomo de hierro.
La acariciaste tiernamente y no desmayaste en ningún momento.
Que Fuerte Mujer
Retirar de ella sus prendas, quitar el pircig del obligo
y vestirla para su gala final,
No solo una sino dos veces, cuando su uniforme de
Estudiante de Rehabilitación le fuiste a colocar.
Que fuerte Mujer has resultado
Pasando por la muerte como un suceso que forma parte de la vida
Bendita sea la Virgen que te ha arropado con su manto
de Madre que sabe cuanto se sufre cuando un hijo se va.
Dios te bendiga por ser digna Madre de una hija que él te dio a cuidar
¡Que grande y fuerte eres Tía Maria Elena!
Te Quiero.
mich. 2003
1 comentario:
Es que las mujeres somos maravillosas
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