martes, 5 de junio de 2007

Camioneteros sin control

El día de ayer, 04 de junio de 2007, en horas de la mañana ocurrió un accidente a la altura del Hotel Caracas Hilton; una camioneta por puesto chocó, se volcó y provocó la muerte de unas cuatro personas, según investigaciones preliminares, el accidente ocurrió por exceso de velocidad.

Lamentablemente no es la primera vez que esto sucede, no hace mucho publiqué la tragedia ocurrida si mal no recuerdo, en el Estado Falcón, donde murieron 29 personas en otro accidente protagonizado por un autobús.

Hace poco mi manicurista fue víctima de otro conductor desalmado - no tienen otro nombre - que aun sabiendo que no podía transitar por la Cota Mil, se metió por esa vía a alta velocidad y perdió el control. Mi manicurista lo contó de casualidad y llegó llorando a mi casa luego de salir con vida e ilesa. Ella, vive en Guatire, cuando sale de su casa para ir a Caracas, lo hace rezando, pues, no es la primera vez que sufre un accidente en uno de estos colectivos y si no es en el que ella se monta, son otros los que se accidentan.

No es justo y no es posible que las autoridades a estas alturas, y después de tantas tragedias que vienen ocurriendo desde hace años todavía no haya tomado cartas en el asunto, sobre todo en los transportes de rutas interurbanas; los que más sufren de estas catástrofes son los ciudadanos que viven a las afueras cercanas de Caracas: Charallave, Los Valles del Tuy, Guatire-Gurenas, Los Teques, San Antonio.

He conocido caso de jóvenes estudiantes que viven en alguna de las ciudades mencionadas, que han sufrido accidentes en estos autobuses, y si bien han quedado vivos, les ha tocado cambiar de vida: una chica quedó coja, otra quedó con un problema en la pierna por años, incluso ha tenido que operarse varias veces por fuertes dolores. ¿cuantos más que no se conocen? pues, sí, los accidentes son reflejados en los periódicos... pero no hay seguimiento de las consecuencias sufridas por las víctimas.

Cuando el colectivo es el responsable por manejar imprudentemente o por no tener su unidad al día con los repuestos, incluso, si no es el conductor o su empresa los responsables directos sino el Estado Venezolano por el mal estado de las carreteras y autopistas ¿Quién indemniza a esas personas?¿Quién cubre sus gastos médicos? Nadie.

En el caso de las estudiantes que mencioné, ellas, gracias a que trabajaban en una empresa grande, fueron cubiertas por sus seguros, pero nadie respondió ni se hizo responsable por lo que les ocurrió; ni gobierno ni la Linea de Transporte en la que viajaban.

A continuación, un Articulo publicado en el diario El Universal que toca por encima el problema que se está presentando con los transportistas que utilizan la Cota Mil para llegar más rápido a sus destinos.
Exigen control para autobuseros que utilizan la Cota Mil Los conductores que transitan por la avenida Boyacá, mejor conocida como Cota Mil exhortan a las autoridades de tránsito a regular el paso de autobusetes de transporte público por esta arteria víal.Señalan que los conductores de estas unidades toman el canal del hombrillo para adelantar cuando hay tráfico lento. "Esto pone en riesgo la vida de los que por allí transitamos, porque pueden ocasionar un accidente grave". Gustavo Barrios, habitante de la urbanización Terrazas del Avila, también recordó que el paso de las unidades de transporte público estuvo restringido por esta v´ia rápida, pero el Instituto Nacional de Transporte y Tránsito Terrestre le otorgó un permiso especial a la línea que salía de la Universidad Santa María.

"Las autoridades deben revisar estos permisos especiales y hacer una inspección en la vía para sancionar aquellos que abusan y acechan a los conductores cambiando luces".

Caracas, martes 05 de junio, 2007. www.eluniversal.com / sección: Caracas

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Plegaria del Conductor

Adaptación de Paulina Rosenfeld, sobre la versión original del rabino Michael Graetz.

Espero tener la suficiente conciencia, responsabilidad y determinación que me guíe a llegar en paz a mi destino. Tener la humildad para reconocer que cada persona es un mundo entero y que no hay tesoro más precioso que la vida humana, no el tiempo ni el dinero.

Espero tener suficiente
CUIDADO, para cuidar la distancia
AMABILIDAD, a dar prioridad de paso.
CONCIENCIA, para frenar a tiempo.

Espero tener también la fortaleza para dominar mis impulsos de omnipotencia y competencia y que por descuido, ignorancia y arrogancia pueda hacer daño a mis semejantes o ser objeto de ello.

Porque formo parte de la sociedad y cuidando mis conductas, me cuido no solo a mí sino también doy paso para una sociedad mejor.