La compañía Continental Automotive Systems ha desarrollado un sistema que busca evitar los arrollamientos en zonas urbanas cuando se está conduciendo a 40 Km/h o menos.
El closing velocity sensor system (CV) es un sistema pre-choque óptico que ayudará a reducir los impactos en situaciones de alto estrés urbano, tales como avenidas y calles de urbanizaciones, escaneando el espacio delantero del carro en un aproximado de 10 metros en tres áreas: frente, derecha e izquierda.
Una vez que el CV detecta otro vehículo, motocicleta, bicicleta o peatón, envía una señal electrónica a un dispositivo que estará montado cerca del espejo retrovisor, el cual usará la misma para medir la distancia del objeto y calculará el tiempo de acercamiento dependiendo de la velocidad en que viajen ambos móviles.
Si la distancia entre ambos móviles se estrecha rápidamente y el sistema detecta una colisión inminente se activará el asistente de los frenos, el cual responderá de la siguiente manera:
Los frenos se colocarán en primer lugar en el sistema de alerta, y la presión de los mismos aumentará (sin activarse) de manera tal de que puedan responder a su máxima capacidad tan pronto el conductor aplique el freno.
Si el conductor levanta el pie del acelerador, automáticamente el vehículo comenzará a frenar levemente. En caso de que el conductor comience a operar el pedal de freno pero con muy poca presión, el sistema de asistencia de frenado asegurará el máximo poder posible y frenará con toda la fuerza.
Finalizando, el sistema también contará con un mecanismo de protección para el conductor, el cual apretará el cinturón de seguridad.
El año que viene se realziará el lanzamiento oficial de este producto.
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