| Un perro callejero con tan sólo sus instintos y capacidad de observación sabe cuando debe correr o detenerse al cruzar una calle para preservar la vida.
Un ser humano con toda su inteligencia y capacidad de raciocinio no sabe cuando dejar de pisar el acelerador de su vehículo para preservar su vida, la de los suyos y la de los otros.
MVM 20/06/03 |
Plegaria del Conductor
Adaptación de Paulina Rosenfeld, sobre la versión original del rabino Michael Graetz.
Espero tener la suficiente conciencia, responsabilidad y determinación que me guíe a llegar en paz a mi destino. Tener la humildad para reconocer que cada persona es un mundo entero y que no hay tesoro más precioso que la vida humana, no el tiempo ni el dinero.
Espero tener suficiente
CUIDADO, para cuidar la distancia
AMABILIDAD, a dar prioridad de paso.
CONCIENCIA, para frenar a tiempo.
Espero tener también la fortaleza para dominar mis impulsos de omnipotencia y competencia y que por descuido, ignorancia y arrogancia pueda hacer daño a mis semejantes o ser objeto de ello.
Porque formo parte de la sociedad y cuidando mis conductas, me cuido no solo a mí sino también doy paso para una sociedad mejor.
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