martes, 8 de diciembre de 2009

Aceptado este comentario como replica... pero tengo algunas reflexiones

En el post que se publicó sobre el caso de María Fernanda Bolivar (Q.P.D) alguien colocó un comentario el cual dejaré a continuación:

Es lamentable lo que sucedió con María Fernanda Bolivar, lamento mucho el dolor que vive la señora Milagro, pero yo que he seguido de cerca el caso se que ese muchacho es inocente, lo conozco y conozco a su familia y se que son gente honesta y trabajadora, incapaces de causarle daño a nadie premeditadamente, son gente de Dios, se que ella (La señora Milagros)habla o juzga por el dolor que siente por la pérdida de su hija, y es comprensible, pero si fuese al contrario...? si usted señora Milagro fuese la madre de Miguel Guanipa..? le aseguro que estaría opinando que Maria Fernanda se atravesó, que los familiares de la infortunada son injustos por el modo de ver las cosas etc. Señora Miguel Guanipa no tuvo ni la mas minima intensión de ocacionarle la perdida de su hija, él al igual que usted tiene hijos, entre ellos una hija, sea un poco mas conciente y termine de aceptar los designios de Dios, cada uno de los barquisimetanos alguna vez hemos pasado por lo q usted está pasando, la perdida de un ser querido, en la mayoria de los casos por la inseguridad que vivimos a diario, lamentablemente en el caso suyo fue por un "ACCIDENTE DE TRANSITO" entiendase bien. Ah y quisiera tambien resaltar lo que establece el mencionado artículo 89

"pero se abstendrán de la detención en caso de que aparezca evidente la ausencia de culpabilidad del mismo.
Parágrafo Único:
La detención procederá en todo caso siempre que aparezca evidente la ingestión de bebidas alcohólicas, de sustancias estupefacientes y psicotrópicas, por exceso de velocidad, o que el presunto indiciado se haya dado a la fuga".

Ninguno de las situaciones que en el paragrafo único se mencionan están dadas en este caso, y usted está conciente de eso, señora usted necesita de ayuda psicológica, lamentablemente su hija perdió la vida por atravesar una avenida en el sitio menos indicado, y de paso hablando con el novio por el celular, porque eso fue lo que él dijo cuando se presentó en el lugar del accidente. No culpe al señor Miguel Guanipa por el error que cometió su difunta hija.


Yo no quería publicar mi respuesta en un post...porque... no sé ...una persona que no da su nombre, mientras que la Sra. Milagro si dió su cara, su nombre y el de su hija... pero ante algunas consideraciones, voy a usar este comentario del Anónimo, para aclarar algunas cosas sobres las que justamente vivo escribiendo en este blog y en el Facebook, así que aquí dejo, la replica de la replica:



Saludos Sr. Anónimo, me hubiese gustado más que colocara un nombre y diera la “cara” pues, tiene usted y el Sr. Guanipa derecho a replica, aun así decidí publicar su comentario porque pocas veces las personas que están del otro lado de la barrera – los supuestos culpables- dan testimonio de su sentir y de la situación.

En cuanto a su comentario me permito hacer algunas reflexiones.

Considero que lo de María Fernanda Bolívar no puede ser considerado un accidente, si seguimos pensado así, el problema de las muertes en las vías no se va a solucionar, no con esto quiero decir que obligatoriamente el Sr. Guanipa es culpable o que la Sta. Bolívar (QPD) lo sea, sino que algo pasó y algo muy malo ¿Qué fue eso?.

Veamos un primer supuesto escenario, en donde el Sr. Guanipa sea inocente: poca luz, mal estado de la vía que le impidió maniobrar, quizás en esa zona no hay pasarela. De ser estos los problemas, el Sr. Guanipa pudiera unirse en dolor y esfuerzo con la Sra. Milagro – ya que él tiene hijos- y solicitar mejorar el alumbrado o condiciones de la zona, para que otros no pasen lo que él supongo vive, la imagen de una chica arrollada por su carro, porque en este escenario que yo planteo el criminal sería el Estado, el Gobierno, la Alcaldía, porque los accidentes de autos no son cosa del destino ni de Dios, es cosa de humanos irresponsables al volante, a pie, o del mandatario de turno.

Otro supuesto escenario: ¿El Sr. En cuestión tenía sus faros en buen estado que permitiese a la joven ver que venía un carro? De no ser así, el Sr. Guanipa, indistintamente de que el peatón haya tenido o no parte de la responsabilidad, también tiene su cuota de culpa, ya tampoco se le puede culpar a Dios ni al destino.

Digamos que es como usted dice y la Srta Bolívar. cruzó la calle donde no era y hablando por celular, bueno, es más fuerte y difícil de afrontar, pues de ese lado es que están los dolientes y hacer una reflexión sobre eso es duro, aceptarlo aun más y dará algo de tiempo, en el caso de la familia de la joven, pero el Sr. Guanipa tiene hijos, puede enseñar a sus hijos y a otros una lección de vida pues muchos padres, - no digo que sea el caso de la Sra. Milagro- se les ve a diario faltando a la leyes de tránsito tanto como conductores como peatones.

A dónde quiero llegar es que si se deja como usted dice, como “cosas del destino” nada mejorará, nada cambiará y los muertos seguirán abundando en las carreteras y la gente seguirá comportándose irresponsablemente mientras maneja o camina.

Lo que no me gustó es que mandara a la Sra. Milagro a un psicólogo, eso no se soluciona así no más, pueda que lo necesite, como cualquier ser humano en su situación, pero imagino que el contrario, Sr. Guanipa, también lo requiere, pero el Estado no procura que conductores como Guanipa cumplan por lo menos con una régimen de visitas psicológicas para verificar que es un conductor confiable y que puede volver a las calles sin temores ni dudas después de lo sucedido, pues murió una persona, la hija de alguien, una niña con sueños; ese comentario si estuvo de más y hasta cruel y duro, como de alguien que no tiene hijos ni seres queridos, donde el muerto como es de otro, no duele… así pues, vamos sin alma por la sociedad, no somos afines y los errores se siguen cometiendo, y nos volvemos incapaces de exigir justicia, ya sea al Estado o a los ciudadanos.

Mire señor anónimo, como usted piensa la mayoría de los fiscales de tránsito dejando a miles de delincuentes viales sueltos bajo el supuesto de que “no querían matar a nadie”, estoy por publicar el caso de un señor que después de quedar paralítico en un accidente vial, siguió con su vida, compró un carro para discapacitados y luego dejó a su propio hijo discapacitado en otro accidente provocado por el mismo ¿el destino?.

El caso de Detto, ya había puesto en peligro la vida de unos jóvenes antes de matar a Vidal, tuvo que terminar con la vida de un medallista olímpico para terminar preso. El caso de mi prima, donde ella lamentablemente tuvo su cuota de responsabilidad, pero el chófer, su supuesto amigo, era y es más responsable que ella, ahora con el caso en juicio nos enteramos que el niñito de papa ya tenía expediente por chocar vehículos y causar lesionados. Ahhh pero ninguno de ellos tenía intenciones de matar pero las personas que eran sus copilotos o que no tenían nada que ver con ellos... terminaron muertos a sus manos, porque el volante es el gatillo del arma en que se convierte un vehículo en manos irresponsables.

Cuando se toma un carro, estando sobrio y no respetas las velocidades, no respetas las señales… ni los manuales de los carros, ni los manuales del celular donde dicen: respeta las señales, no hables por celular mientras manejas, y haces todo eso y aun peor terminas matando a alguien… no puedes decir que no ibas con la intención de matar pues es público y notorio que todas esas actitudes llevan a la muerte.

En el caso del Sr. Guanipa, no sé que pasó, quizás nunca se sepa, pero aparentemente este fue su derecho a replica, quien sabe si escrito por él o no, es posible que sea inocente, es posible que no, el caso es que una joven falleció y si tan solo se ve como un simple accidente para expiar las culpas, entonces, no hay seguridad de que otras personas, sigan falleciendo por el mismo motivo

¿Qué si la señora Milagro no piensa en la otra parte? En estos momentos no, pasará un tiempo, pero hay que hablar, hay que dar la cara, no hay que mentir, si el Sr. Guanipa es tan inocente como dice, si de verdad es padre, y tiene una hija, su corazón le dirá que hacer para buscar el perdón de esta madre, o por lo menos para que Dios le ilumine y lo ayude a hacer lo correcto en cuanto a este caso.

Estas son las grandes tragedias de los crímenes viales, donde ciudadanos y entes públicos no quieren entender que los accidentes viales tienen un motivo y es la falla humana, muy pocas veces son accidentes como tal, por tanto e allí la importancia que tiene el que las autoridades hagan cumplir las leyes, de dar castigos o multas adecuadas, la urgencia de implementar una tolerancia CERO, asistencia psicológica a las victimas de ambos bandos – imputados y afectados directos- así quedan familias marcadas, rencores y odios que se han podido evitar.

La otra gran tragedia es lo que hemos visto en estos post, una madre defendiendo a su hija, posiblemente inocente, un anómimo, asustado por dar su nombre, defendiendo a su amigo... quizás los dos son inocentes y quedaron envueltos en este drama, pues resulta que cotidianamente estamos acostumbrados a ir y venir sin precaución, peatones, conductores ... entonces no es culpa del destino sino de la muy mal educada cultura vial y de allí la mala maña de decir "no tuvo la intención de matar", no es su culpa Sr. Anónimo expresarse de esta manera.

Le agradezco, dentro de todo el haber tenido el ánimo de escribir, este tipo de situación, a veces pueden ser dolorosas, humillantes, la gente se puede ofuscar, pero el hablar, el entablar un debate nos ayuda a crecer como seres humanos.

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Plegaria del Conductor

Adaptación de Paulina Rosenfeld, sobre la versión original del rabino Michael Graetz.

Espero tener la suficiente conciencia, responsabilidad y determinación que me guíe a llegar en paz a mi destino. Tener la humildad para reconocer que cada persona es un mundo entero y que no hay tesoro más precioso que la vida humana, no el tiempo ni el dinero.

Espero tener suficiente
CUIDADO, para cuidar la distancia
AMABILIDAD, a dar prioridad de paso.
CONCIENCIA, para frenar a tiempo.

Espero tener también la fortaleza para dominar mis impulsos de omnipotencia y competencia y que por descuido, ignorancia y arrogancia pueda hacer daño a mis semejantes o ser objeto de ello.

Porque formo parte de la sociedad y cuidando mis conductas, me cuido no solo a mí sino también doy paso para una sociedad mejor.